El accidente cerebro vascular es provocado por el taponamiento o la rotura de una arteria del cerebro.
Existen los ACV isquémicos (ocasionados por una obstrucción) y los ACV hemorrágicos (ocasionados por un derrame de sangre). Los ataques al corazón y los accidentes cerebrovasculares suelen ser fenómenos agudos que se deben sobre todo a obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro.
Las causas más importantes de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares son una dieta malsana, la inactividad física, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol.
El ACV lesiona el cerebro provocando un daño cuyo tipo y grado depende de varios factores, los más importantes son: la extensión de la lesión, en qué parte del cerebro se encuentra alojada, cómo fue afectado el mismo y la repetición de eventos que se sucedieron. No es lo mismo 1 evento que 5 en un periodo corto de tiempo. De acuerdo a la magnitud de la lesión generada por el evento vascular, van a ser las posibles complicaciones y secuelas que presente el paciente en su evolución.
Proceso de Rehabilitación
El proceso de rehabilitación requiere del abordaje de un equipo interdisciplinario especializado, que post evaluación del paciente propondrán objetivos personalizados, adaptados a las realidades de cada paciente y su entorno familiar.
Rehabilitar tiene como principal objetivo disminuir la minusvalía, es decir volver a habilitar sus funciones. Se debe focalizar el tratamiento para lograr la mayor independencia posible, apelando a la plasticidad neuronal y a la capacidad de sustituir la acción. Los objetivos son personalizados y se revisan permanentemente, según la respuesta del paciente. Durante su internación se comienzan a evaluar las posibilidades de reinserción en todos los ámbitos y entornos de la vida, y esto contempla adaptar el domicilio para que no sea una barrera arquitectónica a su desenvolvimiento funcional (rampas, barandas, adaptación de dormitorios y baños, utensilios de cocina, etc.). En este proceso del tratamiento participan e interactúan los profesionales de las áreas de rehabilitación y el soporte clínico-neurológico del paciente, donde es fundamental la participación y el apoyo de la familia, a la cual se debe instruir para acompañar y favorecer los resultados del Programa de Rehabilitación.