Dr. Jorge A. San Juan
Médico Infectólogo
Subdirector Médico de Alcla/Clínica de Rehabilitación Integral
Nos encontramos frente a un brote de una enfermedad respiratoria causada por un nuevo coronavirus, que comenzó en la Ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei, China. En un principio, el vínculo de contagio tuvo lugar en un mercado de venta de mariscos y animales vivos ubicado en esa ciudad china.
Posteriormente se confirmó la transmisión del virus de animal a humano y, finalmente, el contagio de humano a humano, al identificarse casos de personas que no tenían relación con el mercado de Wuhan.
En un principio, a este nuevo virus se lo denominó 2019-nCoV (2019-nuevo coronavirus) y luego, por la similitud con el Coronavirus (2002-2003) llamado SARS-CoV, se lo designó como SARS CoV 2.
El 11 de febrero de 2020 la OMS denominó definitivamente a este virus: COVID -19 (enfermedad por coronavirus – 2019).
En marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al Covid-19 como pandemia. Esto significó que las naciones del mundo se prepararan para recibir personas infectadas, hacer el seguimiento de casos, su aislamiento y tratamiento.
El cuadro clínico puede incluir un espectro de signos y síntomas con presentaciones leves como: fiebre de 37,5°C, tos, dolor de garganta, cefalea, diarrea y/o vómitos o pérdida brusca de gusto u olfato, asociados o no a síntomas graves como dificultad respiratoria y taquipnea (respiración acelerada), manteniendo una propagación sostenida de persona a persona, incluso entre los trabajadores de la salud que atienden a pacientes enfermos de COVID-19.
Las siguientes medidas deben ser adoptadas como prácticas generales para prevenir la transmisión de todo tipo de infecciones respiratorias tales como GRIPE, CORONAVIRUS, entre otros, que se transmiten por gotas de saliva al hablar, toser y estornudar, y que contaminan superficies y objetos en un área de circunferencia de aproximadamente dos metros;
Es importante también realizar con regularidad la ventilación de ambientes cerrados, especialmente en período invernal o de baja temperatura, para permitir el recambio de aire.
Duración de todo el procedimiento: 30 segundos.
Mójese las manos con agua. Deposite en la palma de la mano una cantidad de jabón suficiente para cubrir todas las superficies.
Frótese las palmas de las manos entre sí.
Frótese la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos, y viceversa.
Frótese las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados.
Frótese el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta, agarrándose los dedos.
Frótese con un movimiento de rotación el pulgar izquierdo, atrapándolo con la palma de la mano derecha y viceversa.
Frótese la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la izquierda, haciendo un movimiento de rotación y viceversa.
Enjuáguese las manos con agua.
Séquese con una toalla de papel desechable. Utilice la toalla de papel para cerrar el grifo.